RECUPERACIÓN ECONÓMICA
(Este artículo se publicó en El Norte de Castilla)
Mariano Rajoy insiste en basar su campaña electoral (en la que llevamos más de un mes, aunque oficialmente no haya comenzado) en los buenos datos de la recuperación económica española y en el peligro de que lo conseguido se vaya al garete si triunfara –es un decir- algún partido “radical”. No diremos, porque décima más décima menos, tiene todos los avales europeos, que la recuperación económica (después de años de verdadero hierro) no haya comenzado ya. Creo que ha comenzado, pero que los datos oficiales son macroeconómicos, y que según es bien sabido en la dialéctica del capital, 
que la macroeconomía baje a la microeconomía, es decir, al dinero de los hogares, a los sueldos, al consumo, al dinero que lleva en el bolsillo el ciudadano medio, eso tarda fácilmente un par de años más. O sea, la gran mayoría de los ciudadanos no hemos notado aún los éxitos macroeconómicos que tanto se proclaman y ensalzan. En realidad, decir que lo mejor está por llegar, que pronto notaremos la mejora en nuestras casas si el PP sigue en el Gobierno, es una baza a su favor, que no utiliza. Porque hay que decir que la macroeconomía va bien (vale) pero que aún está por llegar la mejora microeconómica que no se percibe o se nota muy poco. Los dirigentes del PP –con algún menor triunfalismo- 
deben de cara a la calle, decir que el ciudadano medio aún no nota lo bueno (sino es en la bajada del IRPF, muy poco) pero que pronto, muy pronto, lo notará.
Si se me permite, puedo hacer uso de mi propio caso. Soy autónomo y colaboro en prensa y radio, doy conferencias, participo en coloquios y escribo libros. Hacia 2010 –como a tantísimos españoles- rebajaron o recortaron mis honorarios, mis ganancias, entre un 15 y más de un 20%. Además la frecuencia de los “bolos” (como se dice en el 
medio a ir a otra ciudad a dar charlas o conferencias) decreció notablemente, estaban y están bastante peor pagados y –colmo de los males- encima tardan mucho en abonarte: dos meses mínimo y a veces más de seis. Y mi me parece vergonzoso, pero este es el país de las eternas rebajas culturales y así nos luce. Por supuesto gano mucho menos que hace cinco años largos y tengo que mirar qué compro y que no puedo comprar, cuando antes andaba más holgado. El recibo de la luz me lo cobran como un clavo, puntualísimo, pero el abono de mi trabajo bien puede esperar meses y no debo quejarme pues hay –lo sé- casos harto peores. Pero yendo al propio. Yo no puedo creer en las mejoras que Rajoy predica insistente, porque mi bolsillo no las ha notado. No quiero que me suban el sueldo, quiero que me devuelvan al sueldo que tenía antes de los tristemente célebres
recortes. Por ello el discurso electoral del PP es triunfalista y falla, porque alardeando de faroles macroeconómicos ha olvidado que la gente de la calle, el españolito medio, vive en la microeconomía, y eso va todavía con la pata de palo. Humildad y noticias de futuro, señores, no del pasado…
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