TIM, MÁS QUE UNA AMISTAD
(Este artículo se ha publicado en El Norte de Castilla)
Howard O. Sturgis. “Tim, una historia de vida escolar”. Trad. Carlos Sanrune. Amistades Particulares, Madrid, 2016. 139 págs
Aunque a veces las pequeñas editoriales (que tanto abundan últimamente) sean una muestra de la crisis que también vive el sector editorial en nuestro país, permiten desde otra óptica más positiva, rescatar libros curiosos –y que ya no pagan derechos- que nos eran desconocidos, igual que sus autores. Tal es el caso del británico de origen norteamericano Howard O. Sturgis (1855-1920) a quien muy bien podríamos definir como uno de esos excéntricos ingleses, no raros en la época. Hombre se dice de costumbres femeninas –le gustaba bordar- Sturgis fue un homosexual relativamente “armarizado” y
culto, que tuvo entre sus amigos y defensores, nada menos que a Henry James y a la novelista Edith Warton; sumando también entre sus críticos favorables al notable E. M. Forster… Sin embargo Sturgis –rico, y que compartió su vida con otro hombre- nunca se sintió un escritor profesional, por lo que hay que entender que su breve carrera literaria (básicamente tres novelas) se forja en momentos en que el autor siente que debe contar lo que narra…
“Tim, una historia de vida escolar” fue la primera y una de las más singulares novelas de Sturgis, publicada en 1891 y que posiblemente aproveche parte de sus recuerdos como estudiante en Eton. Pensemos en la alta clase inglesa de la época, en la vida de campo y en un par de muchachos que se encuentran en la vecindad de sus casas solariegas. Tim es un chico ultrasensible, delicado, algo enfermizo y huérfano de madre (pero con una sirvienta que lo cuida solícita) que se encuentra con su vecino Carol, un muchacho algo mayor, rubio, hermoso, sano y con el cabello rizado. Tim cree que es un “ángel” y se dispone a ser amigo de ese chico, que acepta la amistad con los naturales paréntesis escolares, hasta las últimas consecuencias. El relato es el análisis cuidado de la 
descripción de la amistad entre un chico de 14 años y otro de 16, ambos inteligentes y buenas personas, donde no se habla de otra cosa que de lealtad amistosa y de camaradería (ni media palabra de sexo) pero donde queda evidente, y siempre debajo de la superficie, que el delicado Tim está enamorado del radiante Carol, aunque él mismo sólo se explique ese sentimiento profundo –y que acabará con su vida- como la sublimación poderosa de una amistad fiel. Sólo una frase y tomada de la Biblia (la dice David respecto a Jonatán) deja entrever algo del homoerotismo que fluye debajo y sin nombre: “Tu amor para mí fue maravilloso, más que el amor de las mujeres.” Pero tal amor sólo en la contemplación y en el postrer 
sacrificio hallará luz y sentido, porque no otra cosa hay… “Tim, una historia de vida escolar” tuvo un notable éxito en su momento, más que las otras dos obras de Sturgis, la última de las cuales “Belchamber” (1904) fue precisamente la menos estimada. El lector está ante una refinada novela –inédita en español- y ante el nacimiento de una sensibilidad reprimida, que hoy parece no precisar estas nada desdeñables sutilezas. 
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