“Ma liberté”. Homenaje a G. Moustaki
(Georges Moustaki. el meteco de origen griego -nacido en Alejandría- pero que devino uno de los nombres emblemáticos de la “canción francesa”, ha muerto hace unos días en 
Niza, con 79 años. Quizás este tiempo sin esperanzas ya no era el suyo. Se hablaba muy poco de él. Empezó como letrista de la Piaf, nada menos que con “Milord” y luego hizo y cantó muchas canciones inolvidables, como “Ma solitude”. Yo lo oí mucho de adolescente, y me sabía de memoria varias de sus canciones, que me encantaban. Con alguna llegué a llorar. En mi libro de poemas “Proyecto para excavar una villa romana en el páramo” -Visor, 2012- hice el poema que va a continuación en un homenaje anticipado o de siempre.)
Yo era muy joven y oía ese disco muchas tardes
en el salón de mi vieja casa, solo…
El mundo parecía abrirse en promesas
como gaviotas que asumen la libertad del mar.
Y yo imaginaba cuanto me estaba por venir
como aventura y pasiones, como soles radiantes…
Lloraba en la pura alegría del porvenir, muy cerca.
¡Cuánta desolacion! ¡No lo hagas jamás, no lo intentes!
Volví a oír el viejo vinilo y sólo lloré de pena.
¡Nada quedaba y casi nada había sido!
Las rosas, vulgares flores de adorno…
La pasión, dos noches de vacuos excesos.
El amor, no sé si había existido.
Pero seguro que hubo enemistad y odios…
Verme tan joven e iluso en la antigua habitación
me llenaba de una tristeza propia, el gusto
del fracaso, tan humano, tan seco, tan implacable.
La libertad no es tuya sino a retazos
y es muy dificil, casi imposible, largar amarras
de veras. Los sueños quedan en la humedad del pañuelo
y la vida es siempre lo que pudo ser y no será ya.
La libertad continúa siendo una perla rara
pero no hay barco ni amarras que soltar.
Todo fue quimera, como siempre. Y no hay más.
Gaviotas, azores o neblíes : sólo vanas imágenes del ideal.
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