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LA POESÍA DE GEORGE SANTAYANA

(Este artículo se ha publicado en El Norte de Castilla)

Jorge Ruiz de Santayana. “Sonetos”. Trad. Alberto Zazo. Prólogo David Pujante. Salto de                  Página, Madrid, 2016. 135 págs.

Para no confundir aunque se diga verdad, hay que comenzar declarando que los sonetos que aquí se traducen en cuidada edición bilingüe, fue los que publicó en Nueva York en 1896, George Santayana, por entonces ya una notable personalidad de Harvard. Sin embargo el gran Santayana filósofo, escritor y más 148incidentalmente poeta, hijo de padres españoles, nacido en Madrid y que vivió en Ávila hasta los 9 años (en que lo llevaron a Boston) es Jorge Ruiz de Santayana (1863-1952) que aunque siempre escribió en inglés, la lengua en que estudió, mantuvo toda la vida su nacionalidad española, y en cuyo pasaporte por ello debía figurar su nombre original: Jorge Ruiz de Santayana Borrás.  La situación familiar marcó su originalidad, su padre era diplomático y vivió en Filipinas –entonces española- y su madre, española asimismo, vivió también en Filipinas, pero casada en primeras nupcias con un norteamericano. Jorge (George) fue hijo del segundo matrimonio de su madre. Vivieron un tiempo en la península, pero la madre regresó pronto a Boston llamadaactualidad_105000794_1640235_1706x1280por sus otros hijos, y apenas dos años después fueron el diplomático y nuestro autor. Pero si el hijo se quedó ya en Estados Unidos estudiando, el padre volvió a España. Santayana por tanto (esto se recuerda menos) vino muchas veces a España y a Ávila en particular a ver a su padre y luego a sus hermanas, pero acá entonces era apenas conocido.

Santayana es uno de los grandes autores en inglés de la primera mitad del XX, con ensayos como “El sentido de la Belleza”, “Tres poetas filósofos” o una gran novela de fondo autobiográfico, “El último puritano” (1935) y unas singulares memorias como george-santayana-el-ultimo-puritano-memoria-en-forma-de-no-d_nq_np_16524-mla20123090896_072014-f“Personas y lugares.” Educado en Harvard y notable profesor, George abandona EEUU en 1912 y pasará el resto de su vida en Europa, entre Londres, París y finalmente Roma, donde nuestro descreído autor vivía en un convento donde murió. El nombre grabado en su tumba está en español. Como muchos, Santayana tuvo una inicial vocación de poeta, aunque debió pensar que el tono de poesía de pensamiento de sus composiciones mejores (o más originales) le llevaba al ensayo. En esta cuidada traducción con rimas asonantes, vemos que la poesía más honda de Santayana es la más antigua, una poesía de raigambre metafísica, sobre el ser y el Todo.santayanLuego los sonetos se van volviendo amorosos –hacia una amada ideal- y aunque son bellos vemos brillar la tradición del “Cancionero” petrarquista o incluso cierto eco shakesperiano. Los sonetos son siempre bellos y de poesía sabia pero triunfan los ideológicos sobre los amorosos: “Ido el placer, que el viaje sea corto.”(…) “No teme el temporal el que se sabe/ copo feliz que baila con el viento.” O mejor: “Y algunos nacen para estar perplejos,/ a un lado con su pena: de esos soy.” Ocasional corresponsal de Unamuno, Jorge Guillén tradujo uno de los sonetos, como le prometió al autor. Pero fue en Argentina donde más se tradujo a Santayana. En su justo prólogo Pujante se hace eco de la posible oculta homosexualidad de Santayana, soltero siempre, y al que tampoco se le conoce amor. Vale la pena.sol-invictus


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