Imagen de noticias de LAdeV

Ver todas las noticias


“LA FRONTERA” de KARMELO IRIBARREN

Sé de Karmelo Iribarren (San Sebastián, 1959)  buen amigo al que veo poco, desde hace bastantes años, cuando me envió sus libros primeros, que no llamaron mucho la atención. Se suponía en ese momento (con equivocación meridiana) que Karmelo Iribarren era un discípulo menos violento de aquel Roger Wolfe, feliz seguidor de Bukowski. Yo me di cuenta que la poesía de Karmelo es otra cosa, más sencilla -si cabe- pero mucho más sutil y en algunos momentos de emoción tremante. Lo escribí además ya entonces. Desde  ese momento sigo con gusto la labor de Karmelo  (hombre muy sencillo y noble, de aire rudo y buen corazón) con quien recuerdo una estupenda tarde en Donosti, antes de que yo diera una conferencia que él convirtió en un poema muy suyo. Acabo de leer su último libro, “La Frontera y otros poemas” editado por Renacimiento. Querido Karmelo el libro me ha gustado plenamente y en algunos momentos -como debe ser- me ha emocionado. Pero he leído el ejemplar que me ha enviado la editorial, conste mi querido que ahorita espero el tuyo… Las buenas costumbres (en esta vida tan mutante) no deben perderse. Logras escribir los poemas más sencillos que conozco, más simples, más buenamente elementales, con el rigor de un relojero de los sentimientos, y la compasión por tantas vidas arrumbadas y grises como tan a menudo nos rodean. Karmelo Iribarren es un magnífico poeta con los medios más llanos.  Así el poema  “Por qué” que , a mi modo, me gustaría copiarte. “A veces/ de madrugada,/con el último trago/ aún en la mesilla,/ el que pude haber sido/ y ya nunca seré,/ viene a sentarse a mi cama, / me mira,/ y me pregunta/ por qué.” No se puede decir más con menos. Me gusta pensar que eres un poco barojiano, aunque de otra camada, y que el primer libro de cuentos de don Pío, “Vidas sombrías” (1900) bien puede ser un título tuyo. Eres un sentimental, Karmelo, un duro y un espíritu fraterno y cultivado. Gracias por esta poesía sencilla, tierna y como mar cantábrico, que me llena de gusto lector (que es gusto vital) y de solidaridad con el amigo, tan próximo y tan distinto. Tú sabes que me alegro del éxito, Karmelo querido. “¿Acaso hace falta más?”.

 


¿Te gustó la noticia?

¿Te gusta la página?