BALDASSARRE CASTIGLIONE RECORRE TOLEDO (Un poema nuevo)
Dónde nos llevan. Dónde estamos. De dónde somos.
Letra y amor, libros, murallas, corazones de fuego,
arisca frialdad o cuerpos en un río desnudos…
El hombre nunca sabe estar tranquilo, y ni
la Iglesia, ni el Imperio, ni el hambre, ni la duda,
revelan nada que no sea fondo, el rumor que huye.
Heráclito lo dijo. La melancolía que pensó Aristóteles.
La platónica Luz, el fuego de las guerras, la Esperanza.
Desde esta peña alta (desde cualquiera) miro
el mundo. Como el verde río abajo se desliza, nos deslizamos,
todos ruinas futuras, sacros collados ya vacíos…
Mi Roma no estará, ni el eterno verano de Virgilio.
La áspera tierra, el viento que perturba, la sed,
el sol, la bronca soledad, siempre son nuestro camino.
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