ANDY WARHOL EN MADRID
(Artículo publicado en la revistra Harper’s Bazaar)
Andy Warhol vino a Madrid en enero de 1983. La Movida estaba en su apogeo pero no creo que él se enterará mucho, aunque en buena medida la apadrinó si darse cuenta o vagamente. Warhol vino (oficialmente) a inaugurar una retrospectiva de su obra en la 
entonces muy afamada galería de Fernando Vijande. Pero en verdad vino a ser Warhol. Con su rara peluca en blanco y negro -era peluca pero todos dudaban- y su aire hierático, muy inexpresivo y un rostro como moldeado en chicle, Warhol fue celebrado en una cena en el palacio de los March, en la calle Miguel Ángel. Mi amistad con el ya desaparecido Juan March me hizo ser uno de los asistentes al acto, muy selecto y chic. La cena del piso de arriba. Warhol estaba 
sentado junto a Isabel Preysler (entonces marquesa todavía) a la que había retratado, pero él hablaba poco. Incluso muy poco. Terminada la cena –en los grandes salones de abajo- hubo un fiestón. La Movida entera triscó por allá buscando de todo, porque de toda diversión había. Pero Andy (rodeado de modelos muy guapos, parece que lo había pedido así) se limitó a pasar de un salón a otro. Era el bautismo. Sabiéndolo o no…
Al día siguiente (o al otro) le acompañamos algunos al Museo de El Prado. Pidió primero visitar la librería, entonces menos bien puesta que ahora. Pensamos que compraría una guía. Miró y remiró postales y al final compró tres o cuatro, básicamente bodegones de Zurbarán, el célebre bodegón de los cacharros entre otros… Cuando le propusimos iniciar la visita real, muy en pop, nos dijo que ya había visto y tenía lo que deseaba, no quería más. No vio el Museo. Warhol (murió inesperadamente en 1987) era un icono de la 
modernidad y del arte en serie. Le gustaba las transgresiones varias, que él no realizaba, miraba sólo. Era una cámara. Sólo fotos. Era seductor por una vieja leyenda de chicos guapos y hielo helado en su ánima. Ahí sigue. El genio elegante de la exquisita vulgaridad. Más o menos. eso era. Por eso es tan moderno Warhol todavía…
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