¿POR QUÉ NO DANTE?
A veces se olvida -se olvida tanto- que el saber literario y el gusto lector no sólo se hacen (que también) atendiendo a lo nuevo, sino buscando, rebuscando o releyendo la gran tradición. Todos sabemos que la “Commedia” -llamada después Divina- es no sólo una de las grandes obras poéticas totales de la literatura italiana, sino uno de los grandes poemas de la literatura universal. En España, después de infinitas traducciones en prosa -y hablo sólo del último siglo- de la gran obra de Dante, tuvimos en los años 70 del pasado siglo, la “Comedia”, muy bien traducida en verso, en tercetos como el original, obra del notable poeta, que falleció acaso prematuramente, Ángel Crespo. Ha habido más traducciones, porque muchos traductores quieren vérselas con una obra maestra, pero Acantilado acaba de editar la única nueva versión -rítmica pero no rimada- que puede competir con el canon sentado por Crespo, la versión de la “Comedia” (edición bilingüe, claro) del filólogo y poeta José María Micó. Sé que ha trabajado años, y a mi me parece, entre tantas en español, una obra o labor excelente y nueva con un fiel lenguaje que se acerca al lector…
Para muchos Dante Alighieri (1265-1321, lo bautizaron como Durante) es el autor de la “Comedia”, y de muchos hermosos versos como los que están en la “Vita Nova”, escrita hacia 1293. Dante es el hombre que se queda extasiado, junto a un puente de Florencia, al ver a la jovencita Beatrice Portinari, que será su “mujer angélica” para siempre, aunque la vio muy poco. Virgilio guía a Dante en el Infierno y en el Purgatorio de la “Comedia”, mientras que es Beatriz misma quien lo guía en el Paraíso. Dante escribió en vulgar (es decir en italiano) o en latín, tratados como “De Monarchia” de 1311. Fue quien entreabre las puertas del Renacimiento, labor que culminará Petrarca. Pero además de excelso poeta -la gente lo temía al fin, porque creían que de verdad había paseado el Infierno- y hombre de letras, fue un ser poderosamente metido en la política de la Italia dividida de su tiempo. Ello, como casi siempre, le trajo ante todo destierros y disgustos. Amó y soñó a Beatriz, pero no dejó de ir con muchas mujeres -algunas acaso venales- como la famosa “Petra” (Piedra) de otros poemas apasionados. Dante hace además con su gigantesco y abrumador poema -una imprescindible experiencia lectora- que el toscano vulgar pase a ser la principal lengua literaria de la península itálica, donde se hablan y escriben (véneto, siciliano, friulano) más lenguas que en España. En un sentido distinto del que Borges atribuyó con verdad a Quevedo, se puede decir que Dante, que murió de fiebres tifoideas a los 56 años, es también no sólo un autor sino una literatura, sobre todo por la infinita “Comedia”, por cuya traducción felicito al amigo Micó. Una obra genial y una versión de nuestro tiempo. Exiliado, Dante está enterrado en Rávena.
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