Imagen de artículos de LAdeV

Ver todos los artículos


En la muerte de Wislawa Szymborska. Poeta de la magia íntima.

Se decía que llegar a ella no era fácil. No le gustaba la publicidad y juzgaba muy vano el mundo contemporáneo. Cuando la mayoría de Europa la conoció (a raíz del Nobel de 1996 o poco antes) era ya una mujer mayor de aspecto levemente melancólico y distinguido… Wislawa Szymborska nació en Kornik (Polonia) el 2 de julio de 1923, pero no mucho después –en 1931- su familia se trasladó a Cracovia, donde prácticamente Wislawa ha vivido el resto de su vida. Allí estudió y allí comenzó a dedicarse a la poesía, su gran pasión, ya desde 1945. Ese año publicó su primer poema en un periódico local y también su primer libro, “Busco la palabra”. Frecuentemente retirada a su mundo interior (aunque su poesía se caracteriza por el lado novedoso y vital con el que observa y describe el mundo) quizás ello le evitó los problemas con las autoridades comunistas que sí tuvo uno de los poetas de su generación que ella admiró más: Zbigniew Herbert. Aunque también tuvo problemas otro ilustre, Czeslaw Milosz.

Aunque Cracovia es una ciudad histórica, con un centro monumental, Szymborska eligió vivir en un barrio moderno (de esos que son iguales en cualquier ciudad) con bloques de hormigón y cemento. Ahí tenía su casa, probablemente para pasar más desapercibida. Su poesía –bien conocida en Polonia y en Alemania, donde ya recibió el Premio Goethe en 1961- fue conocida fuera tarde. Pero, en España, por ejemplo ha tenido gran éxito, por esa manera del poema que convierte lo cotidiano en insólito. “En el vestuario de la naturaleza/ hay muchos trajes./ Traje de araña, de gaviota, de ratón de monte.”  (…) “Oh-se sorprende el niño-/ ¿quién es esa señora?/ -Es la estatua de la Misericordia/ o algo así-/ contesta la madre. / -¿Y por qué esa señora/ está tan go…o…o…golpeada?”. En una entrevista después del Nobel, habló de su amor al lenguaje (esencial para un poeta) y de su trabajo lento: “Mi lengua es una lengua viva -le confesó a Félix Romeo- Utilizo frases hechas, lengua coloquial, juegos de palabras que no necesariamente funcionan en otras lenguas… La suerte de los poetas en el exterior depende de los traductores.” En México publicaron en 2002 una gran antología de su obra (el libro ha llegado bien a España) con el título de  “Poesía no completa”, con un rico texto introductorio de una gran escritora mexicana de origen polaco, Elena Poniatowska. Pero también entre nosotros se han traducido no pocos libros suyos: “El gran número” de 1976 , “Instante” de 2003 y algunos más…

Su obra nunca ha sido numerosa, pero siempre cuidada. Entre sus libros no citados ya podemos mencionar: “Preguntas planteadas a una misma” (1953), “La sal” (1962), “Gente en el puente” (1986) o “De la muerte sin exagerar” de 1996, el año mismo del Nobel, que le abrió todas las fronteras; o ya entre los últimos “Dos puntos” (2007) o “Amor feliz y otros poemas” (2010), hasta donde yo sé el último publicado en vida. Tiene además un libro de ensayos en prosa: “Lecturas no obligatorias” de 1998. Mujer tímida, de dicción originalísima y tentada por la novedad tanto como por la tradición, aunque su fama haya sido tardía (y no sabemos si querida por ella, no la ha usado en exceso) debe ser considerada como una de los grandes poetas europeos de la segunda mitad del siglo XX. También en 1996 había recibido el Premio del Pen Club polaco. Solía decir: “No sabemos nada y eso es lo fascinante.” Incansable fumadora (aunque le advertían de los riesgos) Wislawa Szymborska ha muerto en Cracovia, mientras dormía, víctima de un cáncer de pulmón. Tenía 88 años. Sabía que la poesía transforma el mundo, porque crea una vida nueva en el lenguaje.


¿Te gustó el artículo?

¿Te gusta la página?