“DESPERTAR” DE GAITO GAZDÁNOV
De haberse tratado de un autor más conocido, sin duda “Despertar” se habría considerado una novela -como lo es- más que notable, pero Gaito Gazdánov, un emigrado ruso que huyó muy joven de la Revolución Soviética, llevó una vida difícil y sólo se movió en el núcleo -cada vez menos importante- de aquella emigración. Nacido en San Petersburgo en noviembre de 1903, aún adolescente, en 1919, Gazdánov se alistó en el Ejército Blanco. En 1920 tuvo que abandonar Rusia, desde Ucrania, y nunca jamás volvió. Vivió como otros exilados de esa “primera emigración” en Constantinopla y en Bulgaria, donde terminó sus estudios; después -ya en 1923, con veinte años- fue a París, donde viviría muchos años. Como otros emigrados (incluso altos dignatarios del zarismo) Gaito hubo de trabajar en lo que pudo, viviendo en un barrio obrero de la capital francesa, Billancourt, donde entonces -lo contó Nina Berberova- vivía una notable colonia rusa. Desde una fábrica de coches a taxista, Gazdánov conoció muchas profesiones humildes, pero perseveró como taxista nocturno, porque ello le dejaba tiempo para escribir. Siempre lo hizo en ruso y publicó en editoriales o revistas de exilados, que cada vez tenían menos público. Pero algunas de sus novelas como “El espectro de Alexandr Wolf” o “El retorno del Buda”, alcanzaron éxito y difusión en ese medio. Entonces se le pudo comparar con Nabokov.
Durante la 2ª Guerra Mundial participó en la Resistencia y ello le valió en 1945 la nacionalidad francesa. Pero Gazdánov siguió escribiendo en ruso y por ejemplo “Despertar” debió publicarse en 1966 en Nueva York en una revista rusa del exilio. Su difusión debió de ser pequeña. Cuenta la historia (pero es más que relato) en la Francia de los años 40, de una mujer que pierde por entero la conciencia al huir de París por el avance alemán, hasta que la recupera gracias al cuidado de un hombre, Pierre (a ella la llama Marie) que parece un tipo vulgar. Ese proceso por el que Marie, que vive en un bosque, muda y como salvaje, vuelve a ser Anne, una dama rica, y se termina enamorando de Pierre, constituye un texto cálido, bello y a menudo lleno de una honda reflexión humanista y vital. Como dije, en otras circunstancias, “Despertar” hubiera debido tener una recepción muy notable.
En 1953, Gazdánov dejó París por Múnich para trabajar en una radio que emitía programas anticomunistas en ruso. El escritor (enterrado en el Cementerio ruso de París) murió sin embargo en Alemania en diciembre de 1971. Su obra sólo fue conocida en Rusia a partir del fin de la Unión Soviética en 1990. Hoy -tarde- es un autor notable y sus obras ya están traducidas a las principales lenguas entre ellas el español. (Prueba de su vocación literaria es que el primer cuento de Gazdánov se publicó en Estambul en 1920.) De veras recomendable.
¿Te gustó el artículo?
¿Te gusta la página?